PARQUE EL BOQUERON

El 7 de junio de 1917, después de celebrarse la fiesta de la institución de la Eucaristía, las poblaciones circun vecinas al volcán de San Salvador sintieron los efectos destructores de un terremoto que ocurrió a las 6:55pm y que echo a tierra Armenia y causo grandes daños en San Julián, Sacacoyo, Tepecoyo, Ateos y otros lugares situados al borde de la gran falla que se extiende a lo largo de la cadena costera, desde Caluco hasta el desague del lago de Ilopango.

A partir de dicho mega sismo, la tierra continuó en movimientos discontinuos y diversas intensidades; pero, a las 7:30pm se produjo un espantoso terremoto que derribo casas y edificios públicos y religiosos, sembrando el natural pánico en las poblaciones comarcanas al volcán de San Salvador.

A las 8:11pm, en la loma del pinar, en el borde boreal del boquerón, se abrieron varias grietas y nuevos boqueroncitos, por donde se elevo al cielo una columna de humo negro, espeso y fétido y materiales fragmentarios en ignición, para dar paso en seguida a una correntada de magma incandescente que paso cerca del cantón las Granadías y la cual origino un manto de 2 Kms de largo, de 200 a 250 mts de ancho y de 2 a 3 mts de espesor, algo así como 800,000 mts cúbicos de lava y escorias, según calculó Don Jorge Larde y Larín.
A las 8:45pm aumento la intensidad mega sísmica: un terremoto, aunque menos fuerte que el de las 6:55pm determino un choque violento hacia el Norte 35° Este, que lanzó a varias personas y numerosos objetos. Este temblor coincidió con la apertura de una nueva erupción del volcán, por los cráteres de los “Chintos”, sobre todo por el inferior denominado “El Tronador”, del cual se derramo impetuosa, una colada de materiales piroclásticos, hacia el Norte de 6.5 Kms de longitud por una anchura variable de 100 mts a 3 o 4 Kms en algunos puntos, inmenso teshcal que sepulto extensas áreas de montañas casi vírgenes y hermosos pastizales, arrasó viviendas y causó un pánico terrible, sobre todo entre los volcaneños que despavoridos sabían sin saber a donde ir.

Dicho manto de lava, corto en un trayecto considerable la línea férrea entre “Quezaltepeque” y el “Sitio del Niño” y los referidos cráteres permanecieron en actividad casi continua hasta la tarde del 10 de junio.