Entre las ciudades de San Francisco Menéndez, Ataco y Tacuba, en el departamento de Ahuachapán, El Salvador tiene su más valioso patrimonio ecológico: el bosque El Imposible. Situado entre la parte alta de la cordillera de Apaneca-Lamatepec y la zona costera, el bosque se eleva entre 300 y 1.400 m sobre el nivel del mar. El recinto de mayor diversidad de plantas y animales nativos abarca 5.000 hectáreas. Su nombre responde a su difícil acceso, a través de un tortuoso paso por la montaña. Ostenta una variedad de especies arbóreas mucho mayor que cualquier otro bosque del país. Sus farallones escarpados, sus nacimientos de agua cristalina, pendientes y quebradas boscosas, encierran una preciosa tierra virgen donde han hallado refugio numerosos animales y plantas.
Es la zona de mayor diversidad biológica del país, donde se encuentran más de 350 árboles, entre ellos especies nuevas para la ciencia como el "siete camisas rojo", y el "amarante silvestre".Hay también en El Imposible más de 350 aves distintas y más de 500 variedades de mariposas. Han encontrado aquí su último refugio algunas de las más espectaculares especies animales del país, como el puma, el tigrillo mayor u ocelote, el oso colmenero, el micoleón, el pezote, el cuche de monte, el pajuil, la pava, el águila
El águila crestada negra, el gavilán blanco y muchas más que se desconocen en el resto de El Salvador. Otra zona de protección es la Barra de Santiago,
situada en el litoral sur del departamento de Ahuachapán. Por tratarse de
un santuario donde se conservan muchos tipos de animales con el único fin
de evitar su extinción, el lugar ha sido declarado Parque Nacional. En él se pueden apreciar nidos de caimanes, cocodrilos, tortugas marinas, loros y cotorras. Además de poseer una playa ancha y de arena clara, el estero ofrece la oportunidad de adentrarse.
en el agua en canoas o cayucos, para dar un paseo entre los manglares.